La mayoría de las marcas que molan empezaron con dos hombres en un garaje de California programando delante de un ordenador. Komvida empezó con dos mujeres en un desván de Extremadura.

Nuria Morales Álvarez, ingeniera química experta en fermentados, y Beatriz Magro Nogales, especialista en marketing y comunicación, buscaban la fórmula perfecta de la kombucha, un refresco fermentado a base de té. Muchos meses después, la encontraron.

Desde 2017, esta startup pionera en la producción y distribución de esta bebida más allá de herbolarios y pequeños comercios destaca como la única empresa de España que elabora kombucha orgánica premium.